La complejidad creciente de nuestro trabajo

¿En qué momento nos dimos cuenta que nuestro trabajo dejó de ser evidente y predecible?

Según un artículo de David Rock[1] publicado en la revista Fortune, parece que cada vez menos personas completan una cantidad significativa de trabajo en la oficina. Una encuesta realizada a 6000 trabajadores por el Instituto de Neuroliderazgo reveló que solo el 10% de las personas piensan mejor en ese entorno. Escuchar frases como "tengo que irme a casa y trabajar en la noche para terminar algo" es bastante común. El trabajo nocturno y los fines de semana están cada vez más extendidos, lo que resulta en una disminución del tiempo de sueño, con un 30% de los trabajadores no durmiendo lo suficiente.

Ignacio, un técnico quesero de la Provincia de Córdoba, se levanta todos los días a las 5 de la mañana para producir quesos de alta calidad en la fábrica de su pueblo. Él sabe perfectamente lo que tiene que hacer: desde revisar y ajustar las condiciones de las máquinas, controlar la temperatura y humedad de la sala de producción, hasta la preparación de la leche, el cuajado, el moldeado y el proceso de maduración de los quesos.

Esta rutina refleja una de las principales características que varios expertos en productividad personal han identificado como propia del "trabajador manual": la naturaleza evidente de su labor. Estos trabajadores conocen exactamente qué deben hacer, cuándo deben hacerlo y cómo llevarlo a cabo.

Tal como señalan Bolívar y Fortuny (2023) en su libro Recupera tu vida con una mente extendida, una segunda característica del trabajo manual radica en su previsibilidad. Esto implica que Ignacio, en este escenario, tenga una alta probabilidad de realizar consistentemente las mismas tareas a lo largo de todo el año. En otras palabras, la planificación proporciona a los trabajadores manuales una herramienta para definir y organizar su carga laboral dentro de un período temporal específico. Esto les brinda la seguridad de poder cumplir con otras responsabilidades y actividades fuera del ámbito laboral durante el resto del día.

Ahora bien, siguiendo con el mismo ejemplo de la fábrica cordobesa de quesos, Milagros, en su rol como jefa de Gestión de la Calidad, despliega una serie de funciones para asegurar que los productos elaborados en la fábrica cumplan con los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria. Desde supervisar y coordinar los procesos de control de calidad en cada etapa de la producción, hasta llevar a cabo auditorías internas y externas para garantizar el cumplimiento de los protocolos de calidad y contribuir al desarrollo y mejora continua de los procesos y productos.

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¿Es evidente el trabajo que tiene que hacer hoy Milagros? ¿Y mañana? Entre reuniones, correos electrónicos, mensajes de Whatsapp, recorridos por la planta, reportes que presentar… ¿por dónde empezar?

Este planteamiento representa un cambio de paradigma respecto al trabajo manual, y este tipo de labor es precisamente lo que Peter Drucker predijo hace más de sesenta años: el trabajo del conocimiento. Implica que, antes de poder realizar cualquier tarea, es necesario llevar a cabo un trabajo preliminar para convertir lo que no es evidente en algo claro: definir con precisión qué se va a hacer y cuándo se hará.

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Por otro lado, ¿podemos estar seguros de lo que Milagros estará haciendo mañana? ¿O, para ser más extremos, sabemos qué estará haciendo dentro de tres horas? Esto evidencia que, para los trabajadores del conocimiento, su labor no es predecible.

Podríamos resumir lo anterior destacando que la responsabilidad de determinar qué hay que hacer ha pasado de la organización a la persona, como señalan Òskarsdòttir y Oddsson (2017).



[1] El Dr. David Rock es el creador del término "neuroliderazgo", cofundador y director ejecutivo del Instituto de Neuroliderazgo (NLI). Ha escrito cuatro libros, entre ellos Your Brain at Work, un best-seller en el ámbito empresarial. Además, ha contribuido y ha sido citado en cientos de artículos sobre liderazgo, efectividad organizacional y el funcionamiento del cerebro.Principio del formulario

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