La procrastinación como sistema complejo

Hoy tuve la sensación de querer posponer cosas que tenía pendientes de realizar en la semana. En el intento de ello, apareció en mi feed de Youtube un video de Justin Sung, que justamente hablaba sobre la procrastinación.

En él menciona que la procrastinación no es un acto puntual, un comportamiento único y estático sino todo lo contrario. Es dinámico, multicausal, y cuando pensé eso me dije a mi mismo: claro, la procrastinación puede ser entendida como un sistema complejo en el cual tiene influencia tanto interna como externa y por tanto, su solución (en caso que se busque) debe estar sujeta a dichas características.

Vale la pena mencionar que durante este último mes y medio decidí por cuenta propia experimentar la anulación de la revisión semanal en mi sistema de organización y productividad. Si, es algo que en todo este año nunca lo había dejado de hacer. Siempre tarde o temprano me daba el espacio necesario para realizar y reflexionar la revisión de toda una semana de estudio, trabajo y otras cosas. De repensar roles, acciones, hábitos, y demás. Más mal que bien, terminé autodestruyendo un sistema que salvo por el único objetivo semanal que constantemente actualizaba y verificaba (el de mi tesis) el resto solo pasaba ante mis ojos sin provocar ningún cambio en mi comportamiento para con ello. 

Esto en líneas generales desató abruptamente modificaciones en mi percepción laboral, académica y personal. Como si todos los días intentasen parecerse lo máximo posible. Luego reflexionando sobre esto me di cuenta que el cerebro lo que busca es justificarse de sus decisiones, y claro, si no realizo la revisión semanal es porque no tengo nada que revisar, por ende, no tengo nada que comparar, contrastar o incluso mejorar, todo seguiría siendo lo mismo. 

Hasta que llegué al video de Justin, y para mi sorpresa expone un marco de trabajo para identificar y gestionar la procrastinación (min 4:20). Básicamente, consiste en describir el comportamiento de la procrastinación en:

  • Intenciones: ¿qué es lo que tenía/debería hacer?
  • Eventos: ¿qué pasó antes, durante y después?
  • Sentimientos: ¿qué sentimientos sentí al respecto mientras ocurrían los eventos?
  • Disparadores: ¿qué objetos o acciones causaron el cambio de comportamiento/s?

Por ello me di a la tarea de crear una especie de diario digital en donde cada vez que procrastine pueda registrar estos aspectos con el objetivo de, en primer lugar, identificar estas situaciones y luego poder analizarlas, sacar conclusiones y permitir entender el trasfondo de todo ello. 

Desde ya que estaré compartiendo por aquí los resultados de este experimento.

Gracias por leer(me).

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